Luxus Viajes

top playas de este verano

El verano en España tiene un sabor especial. Es una mezcla de luz intensa, olor a sal y esa sensación de que el tiempo se estira cuando estás cerca del mar. Y aunque el país está lleno de costas espectaculares, hay algunas playas que este año se llevan el protagonismo, no solo por su belleza, sino por lo que representan: lugares donde desconectar, sentirte parte del paisaje y vivir el verano con calma o intensidad, según lo que busques.

La Playa de Bolonia, en Cádiz, es uno de esos rincones que parecen resistirse al paso del tiempo. Su gran duna de arena dorada, que el viento moldea a su antojo, es una invitación a subir, aunque la subida cueste y el sol apriete. Arriba, la vista es un regalo: el Atlántico se extiende infinito, y en días claros, Marruecos se dibuja en el horizonte. Justo al lado, las ruinas romanas de Baelo Claudia recuerdan que este lugar ya fue especial hace dos mil años. Aquí, el agua es fresca y limpia, y la playa es lo bastante amplia para que, incluso en temporada alta, encuentres tu propio espacio.

En el Mediterráneo, Cala Macarella en Menorca es un sueño de postal hecho realidad. Sus aguas turquesa, la arena clara y las paredes de roca cubiertas de pinos crean un refugio perfecto. Llegar a pie por el Camí de Cavalls, rodeado de naturaleza, le añade un encanto especial: la recompensa de un esfuerzo pequeño pero gratificante. Aunque en pleno agosto pueda estar más concurrida, al amanecer o al final del día se transforma en un lugar casi íntimo, donde el silencio solo lo rompe el vaivén de las olas.

Más al sureste, en el Parque Natural de Cabo de Gata, la Playa de los Muertos en Almería es un secreto a voces. El nombre, que a muchos les suena lúgubre, contrasta con la belleza del lugar. El acceso no es el más sencillo —un sendero empinado que baja entre matorrales—, pero eso ayuda a que el entorno se mantenga virgen. El agua aquí es cristalina y profunda, perfecta para nadar o bucear. Las rocas negras y las formaciones caprichosas del litoral crean un paisaje que parece otro planeta.

Cada una de estas playas tiene su propia personalidad, y la elección depende del tipo de verano que busques. Bolonia es libertad y viento. Macarella es calma y color. Los Muertos es naturaleza salvaje. En todas, sin embargo, hay algo en común: ese instante en que te tumbas, cierras los ojos y sientes que, por un momento, no hay nada más importante que el sonido del mar.